En cuanto hay más de uno, hay dios.

En cuanto hay más de uno, hay dios.

---------------------------------------------------------

Cambio de sexo            

sabio proceso                 

de un gran crecer.          

El hostil cuerpo             

duro y estrecho               

de plano plexo                

y árida piel                     

se hará convexo,            

blando y abierto,            

suave regazo                  

para acoger.                     

De esta manera               

irá cambiando,                

evolucionando

el macho, ser;

Cediendo en basto,

en primitivo,

violento instinto

 del animal

que siempre en todo

quiere ganar.

Perdiendo arma

para vencer
ganará alma
que da poder
para luchar,
dando la vida
por los demás.
Divino ser
que sabe amar,
quizás tal vez
llegará el día
que aprenda el hombre
a ser mujer.


-----------------------------------------------------------------------

Mientras que el bien y el mal sean para el hombre, una visión en blanco y negro,

los ojos humanos no habrán sobrepasado esa primitiva animalidad

incapaz de ver en colores.

----------------------------------------------------------------------

Nuestros cuerpos son tierras;

tierras rojas, tierras blancas,

pedregosas, pegajosas,

de barbecho o de labor.

Que se secan, que se agrietan,

que se rajan, que se abren y se rompen,

que se mojan, que se anegan y se corren

que se hunden y se elevan,

que se acañan, se amontañan y se avegan,

que se estremecen con temblores catastróficos

de sísmicas inestabilidades,

y que eruccionan en volcanes de violencia

profundamente contenida.

Diferentes aunque iguales

en esencia primitiva,

por ser todos materiales

constructores de la vida,

y sufrir por el amor

los mismos males,

provenientes del dolor

de genéticos accidentes naturales.

-------------------------------------------------------------------------

Aquí abajo, estamos,

pegados, apegados,

hundidos en el cenagal

de nuestra propia miseria.

En esta infernar zona, sufrimos;

el peso de la culpa del pecado,

de la visión del mal en nosotros,

de la falta de autoestima

que nos comprime sobre este suelo pegajoso,

que absorbe nuestro miedo

y nuestra falta de libertad.

Aquí estamos, acomplejados de pequeñez,

presos de las conservadoras tradiciones

de las religiones,

alicaídos, fuera de onda, bajos de cielo.

Porque la gloria está ahí;

en ese espacio anhelado por las alas,

deseado por los sueños,

apenas un momento luz

por encima de nuestras cabezas.

----------------------------------------------------------------------

Al menor descuido

la vida me pega,

a pequeños golpes

la vida me lleva.

Me acosan seguidos

sus duros problemas,

aunque de improvisto

al final se arreglan.

Parece un castigo

que asustarme quiera

porque necesito

que me den candela.

Seré yo un pollino

de mala collera

que cualquier tranquillo

para mi carrera.

Por ser  aturdido

que vago despega,

porque apenas tiro,

la vida me pega.

------------------------------------------------------------------

Siempre un poco de locura

se necesita al crear

porque nunca la cordura

se sale de lo normal.

---------------------------------------------------------

Yo se que la tengo

la llave del cielo

pues soy su portero

me llamo Sampedro,

y tengo llavero,

bueno, algunas llaves

de un credo que creo

que tiene verdades.

Con ellas yo pruebo

haber cual me abre,

aunque no la encuentro,

ninguna me vale.

Por eso me canso

y me desespero

buscando descanso

en esa que abre

su pecho a mi ser.

En su tierno abrazo

tan dulce y suave

siento tal placer,

que a veces yo pienso,

¿será mi mujer

la llave que espero,

o mejor mi cielo?