LA HIJA DE
LA DIOSA
Al amanecer, Azura, se puso de parto, en la soledad de una media
derruida vivienda cercana al mar, que había ocupado en previsión de su cercano
alumbramiento. Así que con pausados aunque decisivos movimientos, vertió una
cantidad suficiente de agua en una vieja bañera, en la cual, cuando calculó el
adecuado ritmo de sus dolorosas dilataciones, se sumergió en ella, donde pronto
aconteció el nacimiento de su esperada hija.
Así vino al mundo, Xaxa. Una pelirroja niña de
hermosos ojos azules que mantenía constantemente abiertos, intentando analizar
todo lo que le rodeaba. Un paisaje siempre cambiante, por culpa de la errante
condición de su inestable madre que obtenía sus escasos recursos económicos,
tan solo de la eventual venta de pequeños suvenires fabricados a mano.
Azura era una madre soltera que por haber
dormido a veces a la intemperie, sospechaba que seguramente algún desconocido
que la drogó, aprovechó su inconsciencia para dejarla embarazada. Por eso a
partir de que naciera su bella niña, siempre procuraba encontrar algún
abandonado refugio, donde poder pasar las noches con cierta garantía.
A partir de reciclados materiales que
eventualmente encontraba, fabricaba atractivas pulseras y variados adornos
personales, de los que sacaba lo suficiente para que a Xaxa no le faltara
alimento ni abrigo, aunque sus ropas solo podían ser obtenidas a través de
segunda mano.
En los primeros años de la niña, su madre la
cuidaba, ofreciéndole todo su cariño, enseñándole a leer y a escribir de una
forma comprensiva, además de una riquísima trasmisión de valores que según ella
eran heredados de una divina estirpe
proveniente
de tiempos primitivos.
La pequeña Xaxa, aunque no entendía todo lo que
su sabia madre le contaba, sí se le quedaron grabadas las valiosas cualidades
que tenía por ser mujer, además de la segura convicción de su sagrada dignidad.
Aquella vida era para ella, muy rica en caricias
y cuidados, porque su madre tenía un interior repleto de ternura y amor. Aunque
no pasaba lo mismo con la insegura economía procedente de sus eventuales
ingresos, los cuales sólo permitían cortas estancias en improvisadas viviendas ocupadas.
Así vivía aquella mono-parental familia, de
forma casi nómada, ya que a veces erraban casi todo el día buscando algún digno
refugio donde pasar la noche. Hasta que una perniciosa vigilancia quiso aplicar
su inhumana "protección social".
Se trataba de una estirada mujer de madura edad,
cuyas arrugas faciales denotaban claramente su poca tendencia a sonreír. La
cual, acompañada de una pareja de guardias, se acercó decidida a cumplir con su
devota obligación.
--¡Perdone señora! Soy una trabajadora social de
esta ciudad y llevo varios días observando que esa niña que imagino será su
hija, junto a usted no dispone de las condiciones idóneas para su edad; así que
me veo obligada a llevármela para internarla en un apropiado establecimiento
donde reciba el cuidado y la formación que necesita--.
--¡Nadie nos separará!--Grito la madre mientras
abrazaba con fuerza a su extrañada hija.
--A ver, señora, no oponga resistencia que va a
ser peor--.
La decidida empleada social, intentó separar la
niña de su madre, aunque al ver que no lo conseguía, usó su asumida autoridad
para azuzar a sus uniformados acompañantes.
--¡Vamos señores guardias, aplicad vuestra
fuerza bruta que para eso estáis, que no se puede consentir que estas
antisistema se salgan con la suya--.
Inmediatamente los dos autómatas ejecutores de
la justicia, intervinieron con su habitual fiereza, contra aquella soldada
unión humana, imposible de separar, hasta que uno de los guardias, bastante
ofuscado por aquella persistente situación, golpeó con violencia a la delgada
Azura, consiguiendo que esta, cayera derrumbada sobre el duro suelo. La pequeña
Xuxa, entonces, no pudiendo soportar aquella infamia; con potente rebeldía
lanzó su embotado pié sobre la espinilla del descuidado agente, dejándolo
dolorosamente imposibilitado, aunque el otro rápidamente reaccionó abofeteando
fuertemente a la niña, hasta hacerla caer junto a la madre. Poco después las
dos fueron trasladadas por separado, acusadas de resistencia y de lesiones a
agentes de autoridad, por lo que Azura fue ingresada en los calabozos, mientras
que Xaxa, conducida por su soberbia protectora, fue puesta a disposición del
tribunal de menores.
Allí no había calabozos sino abiertas estancias,
severamente vigiladas por funcionarios de la Comunidad; donde la pequeña
rebelde no cesaba se gritar: "que quería irse con su madre".
Al día siguiente, después de unos rutinarios
trámites, un togado personaje que parecía tener la última palabra en todo,
decidió que la pequeña Xaxa debía ser trasladada a un vigilado centro de
menores, que por su sexo, fue elegida una conocida congregación religiosa de
monjas, llamadas "las Adoratrices", las cuales se encargaban de
enderezar las maleadas vidas de perdidas jovencitas.
En los primeros días de su reprimida estancia,
varias veces la semisalvaje niña, acostumbrada a una vida sin reglas, intentó
huir de aquella caritativa cárcel, aunque siempre encontró unas herméticas
puertas, cuyos cierres electrónicos siempre estaban controlados por expertas
vigilantes que evitaban cualquier intento de fuga.
Xaxa no comía
ni dormía, siempre pensando en su madre, por lo que su debilitado aspecto hacia
adivinar un lamentable final. Menos mal que una observadora monja llamada,
Nieves: una sencilla monjita, de baja estatura aunque de buen comer; que
siempre trabajaba en alguna tarea, por lo que sus castigadas piernas
últimamente, tenían dudas para sostenerla. La que no pudiendo soportar la
lamentable situación de la niña y escudándose en el inventado motivo de que le
ayudara a limpiar su personal celda, pudo hablar serenamente con ella.
--Querida
niña, no desconfíes de mí que yo solo quiero ayudarte. Tienes que comer o tu
extrema endeblez te matará--.
--Perdone hermana, pero si no veo a mi madre no
me importa morir--.
--No te preocupes que yo la buscaré para que
venga a verte. Me extraña que nadie le haya dicho que estás aquí, a no ser que
le hayan prohibido visitarte. De todas formas yo haré que os veáis. Mientras
tanto, no debes de perder el tiempo, pues nuestra orden dispone de escuelas de formación
profesional para chicas, y aquí, sin salir de este convento, podrás asistir a
sus diarias clases--.
--¡Gracias, hermana Nieves! Haré lo que me dice
y me aplicaré en aprender un oficio con el que pueda mantener a mi madre--.
Poco tiempo después, la pequeña Xaxa pudo ver a
su madre en un discreto encuentro que la buena monja preparó, en el que, madre
e hija, se abrazaron llorando.
--¿Cómo estás hija mía?--decía la madre mientras
acariciaba a su pequeña.
--Yo estoy bien, ahora que me cuida mi amiga Nieves.
¿Y tú mamá? ¿Cómo vives? Pues te veo muy estropeada.
--No estoy mal--dijo la mujer, disimulando con
la prisa que le imponía la secreta visita, el poco interés que tenía en
contarle lo que no quería que ella supiera.
--Tú no te preocupes hija mía que yo voy
tirando, en cambio tú debes de cuidarte y comer que estás demasiado delgada.
Seguiré viéndote cuando me avise la hermana. "Hasta siempre, mi querida
niña"--.
La verdad es que Azura, había enfermado a
consecuencia de haber sido violada por una cobarde jauría de inhumanos
machistas, depredadores de toda debilidad que no solo se contentaron dominando
su inofensiva defensa sino que además la golpearon hasta dejarla aparentemente
muerta.
Así permaneció la maltrecha mujer varias horas
expuesta al frío de la noche hasta que un anónimo viandante avisó al “112”.
Después de pasar unos días hospitalizada, Azura, fue dada de alta con urgencias
de salida, quedándole unas graves secuelas de difícil superación para su
desprotegida vida. Por eso, poco después de visitar a su hija, se le agravó su
incurable dolencia, afincada en sus pulmones, teniendo que ser hospitalizada
nuevamente en una rancia planta de infecciosos.
Mientras tanto, Xaxa, no paraba de preguntarle a
su amiga Nieves, ¿el por qué no era visitada por su madre? A lo que esta, pasó
algún tiempo sin decirle la verdad, hasta que una postrera situación la obligó
a hablar seriamente con la joven, contándole todo lo ocurrido y sus últimas
consecuencias.
--Querida Xaxa, a consecuencia de todo lo que te
he contado, tengo que decirte ahora, que me he enterado de que tu madre se
encuentra gravemente enferma, y que tú por ser todavía una menor, no tendrías
libertad para salir de este convento; aunque yo prometo conseguirte una
discreta salida, siempre que me prometas que no me la jugarás.
--No se preocupe amable hermana que yo nunca
defraudare sus comprometidas decisiones--.
De esta manera a los pocos días, una propicia
ocasión dio lugar a que Xaxa pudiera ir a ver a su madre.
Al llegar junto a ella, pudo observar que al
jadeante aspecto de su antecesora, apenas le quedaban recursos para sobrevivir;
así que optó por permanecer junto a ella todo el tiempo que pudiera.
Al poco rato, seguramente por la energética
presencia de Xaxa, los pesados párpados de Azura consiguieron abrirse,
reconociendo con llorosa alegría que a su lado estaba lo que más quería.
--¡Ay, mi niña! Dime que no eres un sueño.
--¡No, mamá! Estoy aquí contigo, hasta que te
pongas buena--.
A lo que la fatigada Azura contestó con un
quebrado esfuerzo de sonrisa, añadiendo una impotente intención de
incorporarse.
--No hagas esfuerzos, madre que tienes que
descansar.
--No puedo hija, pues tengo que hablarte.
Levántame un poco el cabezal, porque lo que debo decirte es muy importante--.
Una vez incorporada mecánicamente la postura de
Azura, la preocupada muchacha, acercó su amable atención muy cerca de la boca
de la ansiosa locución de su madre.
-¡Querida Xaxa! He tenido un real sueño en el
que se me aparecía una querubina joven que me saludó diciéndome:
(Bienaventurada
eres por haber engendrado a la hija de la "Diosa Madre", principal
creadora de una versión existencial que siempre estuvo por venir).
Y prosiguió diciéndome:
(Tú no te
preocupes por lo que tengas que hacer, pues ya lo hiciste todo, transmitiéndole
los valores de tu auténtica maternidad; ya que ella, en su interior lleva toda
la información que necesitará en su divina labor y que muy pronto irá
descubriendo.
Aunque yo quiero anticiparte que hay una
desconocida verdad difícil de comprender por el normal entendimiento. Y es que,
"el siempre adorado Dios", era hijo de su Madre; existente en un
principio más allá de ningún razonado principio. Y que su citado, inmaduro
hijo; en un arrebato de imprudencia, creó una "material existencia",
imperfecta e inacabada; con un claro tinte de "infantil machismo". La
cual, su respetuosa madre no quiso destruir; aunque sí, introdujo en ella, su
divina semilla a través de su cómplice intervención en la creación de Eva. Que
como ya se sabe, fue maldecida y expulsada del "juguete paraíso" del
infantil Dios, por no soportar que aquella creación, no hecha a su imagen, se
negara a cumplir las sometedoras reglas de su caprichosa mala intención)--.
Las últimas palabras de Azura, habían
perdido tanto volumen que Xaxa tuvo que leérselas en sus labios.
--¡Descansa, mamá! Que ya te has esforzado
demasiado.
--Si, hija, ya te he dicho todo lo que tenía que
decirte y puedo descansar--.
Seguidamente, con disimulada sonrisa, la joven
besó a su madre, notando que su piel tenía una fría sensación de progresiva
ausencia. No pudiendo restablecer con sus persistentes caricias y abrazos, la
temperatura del abandonado cuerpo de su virginal antecesora.
Después de darle sepultura a lo poquito que
quedaba del consumido contenedor de Azura; Xaxa regresó al convento,
encontrándose con su devota amiga Nieves.
--¡Bienvenida bendita Xaxa! ¡Siento lo de tu
madre! Aunque me alegro de que hayas decidido volver, porque ya te echaba de
menos.
--Si, querida Nieves. He decidido, si no hay inconveniente,
que me permitáis ingresar en vuestra respetable orden, porque quiero ayudar a
desvalidas jóvenes, como lo era yo cuando llegué.
--Ya sabes Xaxa que solo te falta un año para
que seas mayor de edad, y que a partir de ese momento serás totalmente libre
para tomar la decisión que quieras, aunque hasta entonces, sí que podrás usar
los hábitos de novicia--.
En adelante,
la obediente muchacha, aprendió y compartió con sus formadas compañeras de
convento, una extensa variedad de oraciones y creencias religiosas. Las cuales
meditaba después en su solitaria celda, a la vez que contrataba sus nuevos
conocimientos con la extraña versión que le dio su madre. La que en un
principio dedujo que solo era un desvarío de moribunda.
En poco
tiempo, la inteligente joven, memorizó en profundidad un amplio conocimiento
sobre las “sagradas escrituras”, aunque sin darse apenas cuenta, sentía una
interior contradicción con lo que en ellas se dictaba. Pues fue notando que en
el mensaje bíblico no había ninguna mujer que emitiera la más mínima opinión
que no fuera otra que la de aceptación y sumisión al hombre. También observó en
ellas que excepto una, que costó tiempo para ser salvada; el resto de mujeres
mencionadas, eran todas tratadas despectivamente; como si estuvieran maldecidas
por el mensaje divino. Y que como consecuencia de esas sagradas lecturas,
poseídas por la mal llamada “Madre Iglesia”; la mujer siempre estuvo relegada a
ocupar un obediente y callado puesto.
Intentando
encontrar nuevas fuentes de información, Xaxa buscó en exteriores lecturas,
prohibidas por la orden, descubriendo que todo lo pensado y descrito
históricamente, había sido protagonizado por el hombre.
Así creció en
el sentimiento de la joven, una consciente rebeldía que le hizo creer cada vez
más en la visión que manaba de su interior; tomándola como principal referencia
para analizar una global existencia que claramente entendió que tenía un vasto
tinte machista.
Muy poco
tardó la avispada Nieves, en darse cuenta del cambio de postura de la hermana
Xaxa. Por eso busco una pronta entrevista con ella.
--¡Hola hermana Xaxa!--dijo la hermana Nieves,
haciéndose disimuladamente la encontradiza.
--¡Hola, hermana Nieves! ¿Querías decirme
algo?--contesto la joven, casi segura de las intenciones de su experta amiga.
--Si, ayúdame a llegar a mi cuarto, donde
podremos hablar con intimidad.
¡Mira querida Xaxa, como sabrás, tú eres para mí
como una hija, y me preocupa mucho tu vida. Llevo tiempo observando que no
cumples algunas de nuestras sagradas devociones y la madre superiora, me ha
dicho que te corrija de su parte. Yo sé que tú eres buena y cumplidora y que tú
comportamiento no es consecuencia de tu pereza ni de estar incómodamente
forzada, porque ya eres libre. Así que me gustaría que me dijeras lo que te
pasa.
--Se ve que conoces bien mis estados
emocionales, y sí; es verdad que está cambiando mi forma de pensar. Por eso
quiero decirte que aunque estoy muy feliz con vosotras; he descubierto un nuevo
destino para mi vida que me obliga a dejar esta respetable vocación.
--¡Mi muy querida amiga! Yo veo muy bien que no
sea nadie más que tú, la que decidas lo que quieres hacer con tu vida. Porque
la mayoría de las personas solo eligen "salidas", de inestables
situaciones: de economía, fracaso, indecisión, inseguridad; y sobre todo de
incómodas dudas existenciales. Por eso querida Xaxa, coge el timón de tu vida y
que consigas lo que deseas--.
Poco después, bañadas en lágrimas, las dos
mujeres se fundieron en un fuerte abrazo que no encontraba su final.
Días más tarde,
Xaxa, se despojó de sus hábitos y salió hacia la nueva vida que siempre la
había estado esperando.
En un principio, se dedicó a buscar un trabajo,
relacionado con la formación en secretariado que había cursado con las monjas.
Lo que pronto consiguió, pues fue admitida en una empresa editorial de cierto
renombre, en la cual ocupó en un principio, un sencillo puesto de ordenanza,
para el que tenía sobrados conocimientos.
Con su buen hacer y su educado comportamiento,
además de un fructífero esfuerzo por formarse en diversas materias, entre las
que destacaba un buen dominio del inglés; poco a poco, se fue labrando una muy
excelente estima por parte de todos sus compañeros y jefes, los cuales la
fueron premiando con ascensos de categoría profesional, hasta el punto de que
su sustancioso sueldo, le permitió alquilar un humilde apartamento en el que
pudo vivir con personal independencia.
Así transcurrió un tiempo de engendradora
soledad que fue fraguando en su interior, la forma de un iluminado proyecto que
siempre estuvo esperando ser expuesto hacia el exterior. Por eso a consecuencia
de toda esa profunda gestación, decidió conectar con mujeres afines a ella.
Participando en reuniones y eventos feministas, donde rápidamente se dio a
conocer la gran capacidad que tenía para liderarlos.
En todos ellos hablaba con tanta elocuencia y
decisión que parecía que predicaba; especialmente resaltando el machismo
universal. Ya que según decía; que en todo lo existente, desde siempre, había
destacado una gran dosis de: vastedad, violencia, competitividad, posesión,
jerarquía, clasismo, indiferencia, soberbia, poder y egoísmo. “Valores
negativos”, todos ellos contenidos en la estirpe machista de una creación que
debía ser cambiada por la amorosa semilla de una paciente Diosa; la cual
siempre estuvo esperando la estación propicia de un sabio tiempo que nunca
tiene prisas para sus divinos y puntuales hechos.
También, muy
segura de sus verdades, las encarnadas palabras de Xaxa, con poderosa dulzura,
expresaban; la abundante presencia falócrata, en todos las facetas y
acontecimientos de la pasada y presente existencia; destacando la marginación
femenina en todas las manifestaciones culturales, científicas, políticas y
sociales; la cual siempre ha sido relegada a un segundo plano, en el que solo
le ha estado permitida, la sumisión en todos los aspectos, así como la
obligación de ser una devota servidora del hombre, para las concretas tareas,
domésticas y sexuales, para las cuales siempre fue tomada como objeto.
En poco
tiempo, la joven aunque madura Xaxa, fue ascendiendo en protagonismo
internacional, hasta el punto de crear una plataforma feminista a la que llamó
A.M.A. “Asociación Mundial Antimachista”, desde la que tuvo opción para
organizar manifestaciones, enérgicamente pacíficas, a través de las cuales se
pudo revindicar una nueva existencia, que debería construirse desde valores
como: igualdad, justicia, libertad, empatía, comprensión, tolerancia, amabilidad,
y tantas otras virtudes especialmente procedentes de la divina energía de la
Maternidad Universal, indispensablemente contenida en todos los tejidos de una
vida, que sin ella, nunca habría sido posible.
Es por eso
que esta sobrehumana Mensajera, en todos sus mítines, resaltaba con especial
determinación que los valores feministas no eran patrimonio exclusivo del
género femenino, sino que estaban profundamente contenidos en toda sensibilidad
capaz de sentirlos y de ponerlos a la cabeza de la evolución universal.
Muchos
poderes, conservadores y machistas, unieron sus bajas estrategias para combatir
a aquella peligrosa revolución que acabaría con sus arcaicas ventajas.
Divulgando falsedades acusatorias contra aquella liberadora asociación, y sobre
todo contra su iluminada líder, a la cual, constantemente le achacaban
ofensivos bulos, intentando desprestigiarla ante los confusos ojos de una
humanidad bastante manipulada.
También, algunos de los más extremistas
cómplices de aquel contrariado poder misógino, atentaron varias veces contra
ella, resultando siempre en todos los intentos, milagrosamente salvada.
Entre aquellos obcecados poderes, destacaban
sobre otros; el "capitalismo neoliberal" y sus siempre fieles
colaboradoras "religiones", las cuales reconocían que la inteligencia
de lo femenino era mucho más aguda e intuitiva que la simple e instintiva
percepción de su congénere masculino que solo le superaba en fuerza bruta. Por
eso siempre se han empeñado en desprestigiar a la rebelde, aunque pacífica
mujer, enalteciendo sobre ella, la competitiva y basta mentalidad del hombre,
fácilmente domesticable. Estableciendo morales y leyes, en las que la mujer,
siempre estuviera sometida a la voluntad del hombre. Poniendo gran empeñó en
que todas aquellas arcaicas tradiciones, fueran devotamente conservadas. Y
reaccionando con defensiva astucia al menor indicio de cambio, con sus
habituales envenenamientos sociales, a través de drogas, miedos o guerras; que
tantas veces han dado lugar a generaciones perdidas.
Porque para ellos, el mayor interés estaba en la
ilimitada acumulación de capital y poder sobre un pueblo devoto y esclavizado
que solo tuviera tiempo para trabajar y para rezar, dando gracias por una
miserable existencia que podía ser peor.
La iluminada Xaxa, últimamente se dedicaba a
predicar sus novedoso mensaje, cambiando constantemente de lugar, para divulgar
lo más extensamente posible su verdad; además de para evitar los constantes
ataques a su persona. Siendo sus mensajes más habituales, los que destacaban
una nueva forma de ver la vida, desde unos valores de distinta naturaleza
humana.
Así decía: que la verdadera sabiduría debía de
estar basada en un "libre albedrío", capaz de cuestionarlo todo,
partiendo de una libertad mental, desprovista de análisis reglados por
propiedades intelectuales que quieren dominar y regir a todo pensamiento.
Porque seguramente hay mayor aprendizaje en la captación de los mensajes
naturales que en el aprendido en los libros.
Sabiduría de pastores y de atentos observadores
que aprenden a diferenciar; lo auténtico de lo aparente, lo esencial de lo
superfluo, o lo que tiene sentido de lo que no sale del propio egoísmo. Y que a
través de ir leyendo e interpretando en las orientadoras señales de la vida,
van acumulando una personal visión, llena de comprensión y hermosa belleza que
les da, una capacidad para ver un todo, diversamente unido.
También a veces la inspirada joven, hablaba de
un nuevo sistema laboral, en el que las "empresas", normalmente
dirigidas por sus absolutos dueños: los patrones; casi siempre explotadores de
una mano de obra injustamente pagada, tan solo rentable para que ellos que sin
trabajar, se llevan sus avariciosos porcentajes. Podrían cambiarse por
"cooperativas", de trabajadores, entre los cuales se repartirán las
respetables ganancias obtenidas, habiendo tan solo pequeñas diferencias para
los trabajos más duros.
Aunque solo esto podría ocurrir, decía,
partiendo de una “nueva humanidad”, en la que los valores de igualdad y
solidaridad, estuvieran arraigadamente obtenidos.
Nueva humanidad en la que seguramente habrá una
más avanzada visión de lo divino; porque sentirá una Deidad, social y
comunitaria, no paternalista ni patriarcal, en la que toda existencia será
tomada como intima parte de una diversa y acogedora “Maternidad”, nunca
separada, sino repartida hasta el punto de reconocer que todo ha sido creado y
recreado por sí mismo; y no, por ningún creador ajeno a su creación.
Todo esto lo
sabía, según decía, porque lo había descubierto, buscando en las profundas
raíces de su ser. Ya que solo, decía; que era la voz que venía a despertar una
nueva conciencia que desde siempre estuvo germinado en todos los adentros.
En aquel soleado día de primavera, la súper
anunciada concentración de seguidoras de aquel esperanzado movimiento, se fue
congregando en el lugar elegido. En una conocida cumbre de escasa vegetación, a
la que con lenta escalada fueron llegando las entusiastas seguidoras,
acompañadas por algunos simpatizantes masculinos.
Allí esperaba la adelantada Xaxa; hasta que
observó una amplia concurrencia; motivo por el cual, decidió desde su natural
púlpito, dar comienzo a aquella multitudinaria asamblea con unas primeras
palabras de bienvenida.
--¡Que la Madre Diosa esté en todas
vosotras!--dijo con su suave voz, nítidamente sentida por todas las personas
allí reunidas.
--Estimadas componentes de A.M.A, quiero
anunciaros una buena noticia, precedida de una víspera bastante apocalíptica.
Pues como sabéis estamos próximos a entrar en la Era de Acuario; la que anuncia
traernos, si ponemos de nuestra parte, una nueva conciencia que cambiará en el
mundo, totalmente la forma de vivir.
No obstante tengo que deciros; que como ya
estáis viendo, se están produciendo múltiples acontecimientos de penoso
resultado; como la masiva contaminación extendida por todo el planeta y su
atmósfera; desencadenante de un cambio climático productor de inundaciones y
sequías que están dando lugar a hambres y guerras; sobre todo en lugares
olvidados por un sistema al que solo le interesa invertir donde haya ganancias.
Catastróficos acontecimientos que se están
agravando cada día más, por culpa de una absurda competición entre poderes
capitalistas de este mundo, que pretenden hacerse los dueños absolutos de la
vida de este planeta. Aunque no cuentan con que la Tierra tiene vida propia, y
que por tal motivo, reaccionará; con violentos volcanes y terremotos, con
extremas temperaturas y alteraciones metodológicas, con pandemias y todo tipo
plagas, en contra de ese ser humano que no sabe respetar a la vida que le da
vida.
Por eso serán destruidos todos los ensalzadores
edificios y monumentos, de dioses, líderes o propietarios intelectuales, que se
erijan por encima de las ideas o los conocimientos que inapropiadamente
representan. Y sobre todo desaparecerá de este mundo toda existencia capaz de
provocar captadoras sintonías; de desigualdad, triunfalismo, poder o egoísmo;
todos ellos procedentes del "machismo materialista".
El que podría definirse como la estridente fase
de la necesaria afinación que precede a la creación de una perfecta y bella
armonía existencial.
Es por todo lo que últimamente os he dicho, que debo además comunicaros,
mi irrevocable dimisión del liderazgo en el que me habéis destacado, para que
de aquí en adelante, está abierta asociación anti-machista, se expanda
libremente, sin reglas ni líderes, pues sólo así armonizará con esa nueva era,
en la que todo será de todos, sin parcelas de propiedad ni de poder.
Un nuevo sistema, felizmente aceptado, en el que
la conciencia, la sensibilidad, la empatía, la amabilidad, la ternura o la
bondad, serán los valores típicamente femeninos que regirán con el exclusivo
poder del amor, el divino reino de la Diosa Madre--.
Después del efusivo aplauso de la abundante y
emocionada concurrencia, le siguió un silencio de pletórico contenido, en el
que se intentaban discernir los porcentajes de dolor y de alegría que contenía
el recién recibido mensaje.
A aquel pastoso silencio se unió un progresivo oscurecimiento, extraño
para la temprana hora en la que se encontraban. Al parecer un inesperado
eclipse de sol, fue convirtiendo el anterior, iluminado montículo, en una
espesa tiniebla que envolvió a la sorprendida asistencia.
De pronto, algo parecido a un estruendoso
trueno, acompañado por un destello de rojiza luz, estalló en la parte más alta
de aquella concurrida cima. Poco después, los múltiples gritos de dolor y de
duda, se iban haciendo cada vez más sonoros. Hasta que estos fueron cambiando a
aterrados llantos, a medida de que la retirada del oportuno eclipse, fuera
dando lugar a una triste claridad en la que se podía descubrir la tétrica
imagen de una multitud de cuerpos heridos; inmóviles unos, y otros agonizantes,
que reclamaban con ahogadas llamadas, las cercanas ayudas que no reaccionaban
por culpa del horror de unas encenizadas caras, totalmente paralizadas.
Mucho rato tardaron aquellas preocupadas mujeres
en preguntarse por Xaxa; la que no fue hallada, ni muerta ni viva; ni aquel día
ni después. Tan solo hubo muchos rumores que decían haberla visto en distintos
lugares a la vez. Aunque la verdad pareció ser que muchas jóvenes hicieron
suyas, las maneras y las virtudes de Xaxa.
De todas formas, la iluminada mensajera, aunque
nadie supiera donde se encontraba físicamente; siempre se tenía presente, en
cada multitudinaria reivindicación de sus devotas seguidoras.
Porque seguramente el espíritu de Xaxa, la hija
de la Diosa; ascendió al interior de una colectiva conciencia que dio lugar a
una nueva humanidad.
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