LO HE LEIDO, LO HE SOÑADO, LO HE VIVIDO..., YA NO LO RECUERDO, QUE MÁS DA.

miércoles, 20 de enero de 2021

Carta a los Reyes Magos

 

 

¡Queridos reyes magos! No sé si en éste año me he portado bien, aunque de lo que estoy seguro es de que este año no se ha portado bien con nadie. Así que encarecidamente os pido que de la forma que sea, nos liberéis de ese puto virus que no nos deja ni respirar. Yo sé que solo venís a traerle regalos a los niños, más yo os digo que los que nos creemos mayores no somos tan maduros, tan solo disimulamos con gestos de fingida soberbia nuestra débil inseguridad y nuestro infantil miedo; no os equivoquéis, somos todos niños; de hecho, siempre nuestros zapatos los dejamos en el balcón, no solo para que se desinfesten sino además porque sobretodo en esta noche, esperamos un milagro que seguro sólo vosotros podéis concedérnoslo. Un poco de solución a esta pandemia, un poco de entendimiento entre los políticos, de responsabilidad, de sensatez, y sobre todo de hermandad entre los seres humanos, para que las conciencias sean menos egoístas y más empáticas con la marginación, el hambre y el sufrimiento de tantas personas olvidadas que mal viven, en campos de refugiados y mueren huyendo de la muerte; "se ve que ellos no os escriben cartas". ¡Bueno que valga la mía! ¡No seáis malos! Traernos regalos para los mayores, que este año somos los más necesitados de vuestros favores; y para esos pueblos tan abandonados y para todos nosotros, una nueva normalidad en la que no haya tanta especulación ni corrupción, y más solidaridad y amor en el mundo.
¡Queridos reyes magos! No nos quitéis la ilusión de creer en vosotros, sobretodo este año que solo esperamos que un milagro resuelva nuestros problemas. Así que me dormiré esperanzado en que mañana el índice pandémico vaya bajando para que en un futuro cercano, en las descubiertas sonrisas de la mayoría de las personas con las que me cruzo, pueda ver la libre expresión de una deseada felicidad que esperamos que "Vuestras Mágicas Majestades", nos concedan.

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 "Querida Paqui".

Este año apenas me encuentro palabras para ese ramo de amor que quisiera regalarte, ya que últimamente en mi saturada memoria tan solo me siento, un repetido repertorio de penosas expresiones, relacionadas casi todas, con esa extraña pesadilla que nos tiene: encerrados, asustados y con los vozares puestos, como tú dices. Y es por eso de estar con la boca tapada que estamos aprendiendo a no decir nada; aunque a lo mejor, no hacen falta mucho las palabras y más los hechos. De hecho yo siempre te ofrezco mi mano, ya sé que un poco helada, para que tú me la calientes; o mis abrazos, tan necesitados de los tuyos, para que tú me des ésa cálida energía de corazón que a ti tanto te sobra. También, no dirás, a veces me ofrezco para ayudarte en la cocina, probando tus exquisitas recetas que con tanto primor tú me haces y que yo solo sé agradecerte con un placentero ¡Humm! a boca llena. Además de que otras veces te ayudo a dar buena cuenta de tus riquísimos biscochos que a ti tan bien te salen.

Aunque siempre me saben mejor tus besos, porque tú eres la repostera que endulza todos los días de mi vida, con ese cariño tuyo que tanto necesito y que en cualquier momento que crea que me falta, agonizo de insuficiencia de ti.
Ya ves, este año me faltan palabras para decirte lo que valoro tu existencia, para mí y sobre todo para tus hijos a los que tanta ternura sabes comunicarles. Por eso deseo que cumplas muchos años, más allá del límite de los míos, y que siempre te sobren las fuerzas para seguir dando esa energía, dulce y maravillosa a la que tu esencia pertenece; existencia inmortal y sin tiempo que siempre vivirá porque es indestructible, como mi amor por ti, que como humilde afluente quisiera acompañarte eternamente.

"FELIZ CUMPLEAÑOS"

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 EL DUEÑO DE SUS SUEÑOS

Una vez más, el intemporal Segis se encontraba caminando por aquellos conocidos parajes, imposibles de ser asociados a ninguna geografía real.
Como en otras similares ocasiones, en su sonámbula exploración; a veces avanzaba por hermosos paisajes, feliz y ligero, como si su cuerpo flotara sin esfuerzo sobre cualquier irregularidad; en cambio, inesperadamente, otras veces se hallaba caminando, torpemente, por accidentados y húmedos callejones, llenos de basura y de amenazantes seres que le producían un sofocante pánico, del que sólo podía escapar, despertando de su insoportable pesadilla. Aunque en aquella lúcida ocasión, no fue así, ya que desde su profundo estado de semiinconsciencia, el aprendiz de onironauta, se dio cuenta de algo muy importante para él. Así que avanzó con menos miedo por aquellas tétricas estrechuras hasta que inevitablemente se tropezó con un siniestro personaje de gran envergadura y sucia presencia que sin duda pretendía atracarlo; no obstante ante aquella peligrosa situación, el esperto soñador, reaccionó mostrando una altiva postura de seguridad ante su extrañado agresor.
--Tú no sabes a quién te estás enfrentando, endeble iluso,--gruño el desarrapado grandullón.
--El que no lo sabes eres tú, porque no sé si te has dado cuenta de que "yo soy el dueño de este sueño", y por lo tanto lo puedo crear a mi antojo, así que por lo pronto voy hacer que desaparezcas--.
Poco después, no solamente había desaparecido la grasienta amenaza humana, sino que además, aquél tenebroso paisaje se había convertido en otro, en el que el renovado Segis, podía pasear por pintorescas calles, adornadas con coloridas macetas, por las que circulaban animadas personas que con simpática amabilidad lo saludaban.
De esta forma fue aprendiendo a dominar sus sueños, eligiendo sus preferencias, tales como pasear por verdes paisajes o ascender sin esfuerzo por elevadas montañas, para después poder planear desde sus altas cúspides hacia hermosos valles, por los que transcurrían cristalinos riachuelos.
Así fue ampliando sus poderes sobre sus sueños hasta llegar en una ocasión en la que alcanzó visitar el mágico reino de los soñadores.
En él pudo saludar con gran admiración a Tesla, Einstein, Gandhi, Martin Luther King, y a tantos otros que descubrieron sus importantes realidades a través de sus lúcidos sueños; y de los que en aquella extraordinaria visita, con atenta curiosidad, recibió el sabio mensaje: de que todos los estados de vigilia siempre son percibidos a través de filtros de personales sueños, que igualmente podían ser reconocidos y corregidos por la particular voluntad de cada poseedor. Aunque también fue informado de que el poder sobre los sueños, credos o ideologías que se sienten en ese estado de vigilia que llamamos: "vida real", son un poco más difícil de dominar.
Poco tiempo después del necesario, para que el mágico mensaje recibido, se recolocara en la desordenada cabeza del imaginativo buscador; amanecieron unos luminosos días llenos de observadora esperanza en los que él, iba reconociendo sus diferentes formas de percibir la realidad, según el filtro-sueño de su estado emocional; en el que influían factores morales, intelectuales y sobre todo los relacionados con esa visión positiva capaz de sentir todo lo que le rodeaba; con admiración, empatía, comprensión, bondad y amor. Ya que lo importante era que ese sueño que nos modifica la existencia exterior, no sea de miedo, odio o desconfianza; sino que sea un sueño optimista, capaz de colorear la vida con valores positivos que nos hagan percibir una existencia, cada vez más feliz.
Evolución mental en la que el experimentado soñador se fue perfeccionando hasta poder ver con ojos verdaderos que a la intemperie de lo que otros llamaban, vida real, él sabía que seguía soñando, y que ya no tenía nada que temer, porque había descubierto, "que él era dueño de todos sus sueños".

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