LO HE LEIDO, LO HE SOÑADO, LO HE VIVIDO..., YA NO LO RECUERDO, QUE MÁS DA.

sábado, 28 de marzo de 2020

Cada vez que siento llorar



Cada vez que siento llorar,
me creo que soy yo.

---------------------------------------------------------------------

No solamente es ignorante, quien cree en falsedades,
porque lo es mucho más, el que se empeña en creerlas.

-----------------------------------------------------------------

  EL SUPERVIVIENTE


Al regresar del colegio, el pequeño Nicolás, lo primero que hizo fue visitar a su ascendiente.
--¡Hola, tastatarabuelo! ¿Cómo estás?
--Estoy muy bien, pero no te acerques que debo de protegerme de toda contaminación.
--¡Sí, es verdad! Aunque tú ahí dentro de ese sofisticado traje, estás bastante seguro.
En clase hoy nos han hablado de los virus y las bacterias; los que en tu tiempo eran tan dañinos para la salud; en cambio ahora que todos somos transgénicos, estamos inmunizados ante sus fracasados ataques; "bueno todos no", porque tú eres el único superviviente no manipulado genéticamente que todavía supervive.
--Si, querido chozno, era yo pequeño, cuando una serie de pandemias, casi acabó con el género humano. Por eso algunos jóvenes científicos se empeñaron en intervenir el genoma humano de los que fueran naciendo, para poder combatir a las constantes mutaciones de los agresivos microorganismos. Poco después fueron muriendo los seres humanos naturales, para dejar paso a la nueva era de vuestra transgénica existencia; menos yo, claro, que todavía estoy aquí, milagrosamente vivo, para servir de cobaya de vuestros caprichos experimentos.
--No sé qué querrán descubrir en tí, que te diferencie de los demás, porque yo estoy seguro de tu igualdad conmigo; aunque nosotros, a consecuencia de una programada obsolescencia, disfrutemos de una digna muerte a los sesenta cinco años.
--Querido chozno, en cambio yo, tengo muchas dudas. Os veo muy diferentes a mí; tan seguros de lo que decís y sentís, como si lo supierais todo.
--Así es, querido tastatarabuelo; la duda no existe, porque todo conocimiento es, sin lugar a dudas, satisfactoriamente informado por nuestra sabia dirigente, "computadora cuántica universal"--.
                                                             
---------------------------------------------------------------------------------------------

Me decía mi madre que yo de pequeño, no paraba de llorar,
en cambio ahora, ni se me oye.

-------------------------------------------------------------------------

LA PLAGA

Nos llegó una plaga, nacida en oriente,
la que no creímos que nunca llegara, a este occidente, tan indiferente;
con gente lejana que sufre miserias de hambre y de muerte.
-¡Cerrad las fronteras!, aún más-, dijimos, para que se mueran
tan sólo los chinos-.
Aunque aquella plaga, no tuvo fronteras, en un merca-mundo
de global dinero,
en el que los ricos, tienen libre el vuelo.
Así que viajaron aquellos bichitos sobre los pulmones de algunos viajeros
que nunca pensaron que fuera con ellos, el ser portadores,
de típicas plagas que tan solo atacan a los pobres pueblos.
Los coronavirus, son esos culpables que ya todo el mundo, de sobra los sabe.
Los que no distinguen ni razas ni clases, ni están limitados por las religiones;
aunque sí parece que le tienen ganas a los más mayores.
Como si a conciencia, estuvieran creados por esos poderes tan interesados
que no quieren gasto de jubilaciones.
Primero creímos que aquel alarmismo pronto pasaría,
hasta que nos vimos, todos encerrados oyendo asustados
que era una pandemia que mataba a gente a miles por día.
Parece un castigo que nos haya impuesto la naturaleza;
la que se mejora, cuando el hombre para en su torpe obra,
contaminadora.
A ver si aprendemos de esta gran señal,
con el que la tierra nos está avisando de un duro final.
Si no corregimos a este mal sistema,
tan solo basado en explotaciones que le den ganancias,
sin tener en cuenta ningún bien social.
El que solo quiere, mucho consumismo
que ensucia y arrasa a una tierra herida, que ya está cansada 
de una humanidad que por ser viral,  
es su peor plaga.

-----------------------------------------------------------------------------


martes, 3 de marzo de 2020

La verdad



L A     V E R D A D

He visto de pronto mi paz violentada,
por crepitas olas que me atormentaban.
Un mundo repleto de contradicciones,
bondades y males, sumando mezcladas.
Una multitud vibrante de vida
que se moriría, estando parada,
Un mar agitado que lento apacigua,
donde se mantiene tan solo el que nada.
Y entre ese tropel tan incomprensible,
con dolida duda yo le preguntaba:
-¿quién eres?- le dije, tan compleja y rara,
«yo soy "La Verdad» me dijo muy parca.
Entonces confuso volví a preguntarle:
-si eres la Verdad, ¿por qué nadie entiende tu complejidad?
«Porque soy Verdad, siempre en libertad y nunca poseída.
La que nadie puede decir: "mi verdad",
porque a la cabeza de todo, soy guía.
Soy una estridencia para quien no acepta mi extraña existencia,
y una melodía para quien conecta con mi sintonía.
Voy luciendo a golpes de vida sentida,
aunque siempre escapo si soy perseguida.
Yo soy la Verdad, más allá de todas,
que da libertad a quien se libera,
de querer tenerme como propiedad.
Pues tan solo existo para el peregrino
que nunca se queda en cercanas metas de ningún destino.
Porque más allá de cualquier llegar,
yo soy el camino».

-----------------------------------------------------------------------------------


La Caperucita y el lobito


Iba la Caperucita tan campante por el bosque. Una altiva jovencita, ataviada con sus botas camperas y su ajustado equipo de caza, en el que destacaba una peluda caperuza de recia piel; cuando de pronto se encontró con un pequeño lobito de inofensiva apariencia.
--¡Hola lobito, bonito! ¿Qué haces por el bosque?
--Estoy buscando fresas para comer,-- dijo con voz entrecortada, la menuda alimaña, con su hociquito de chihuahua.
--¡Pero si tú eres carnívoro!
--¡Oh no! Yo soy vegetariano.
--¿Y por qué comes fresas?
--Es que como son rojas…
¿Y tú Caperucita que haces por aquí?--pregunto atemorizado el lobito al ver la abultada percha de sangrientas piezas que la vigorosa moza, llevaba colgada.
--Pues ya ves lobito bueno; cazando conejos para mí abuela, que como sabes tiene un multinegocio de hostelería y restauración en el que se sirven todo tipo de servicios--. Así le hablaba la seductora jovencita, mientras acariciaba al pequeño lobito, el cual empezaba a confiar en ella.
--¿Por qué no te vienes con nosotras al hostal de carretera de mi abuela, donde seguro estarás muy bien, siendo nuestra mascota?
Entonces la dulce alimaña accedió con temblorosa decisión.
Al llegar al rosado establecimiento de la abuela, el pequeño lobito fue esquilado a modo de perrito chihuahua, con cuyo aspecto fue recibido por la algarada bienvenida de unas numerosas camareras, las cuales al parecer, se habían puesto de acuerdo en comprar en rebajas, unos modelitos de pequeñas tallas.
--¡Qué bonito perrito--dijo una.--Dámelo a mí--reclamó otra.
Y así fue pasando de unas a otras, hasta que la protectora vigilancia de un guarda forestal que casualmente se encontraba allí, tomando su diaria consumición; dirigiéndose a la semiescondida abuela, con letrada deferencia le increpó.
--A ver, estimada madona; tengo que decirle con sumo respeto, que eso que tienen ahí, no es un perro; y que mi obligación es requerir que sea devuelto a su hábitat natural; así que no quiero verlo más por aquí.
--Si, respetable autoridad, tranquilo que no volverás a verlo--.
Respondió desde su acechante sombra la rechoncha y súper maquillada dueña.
Al día siguiente, varios agradecidos comensales, alababan la comida servida con exaltados comentarios.
--¡Qué bien cocina tu abuela y que buenos saben tus conejos!--le decían con expresiones lascivas a la contoneante Caperucita, que sonreía con cachonda expresión.
Mientras que el guarda forestal, con precisa sensibilidad para el sabor, comentó.
--Este estofado está riquísimo, lo que no entiendo es el condimento que habéis usado para que tenga ese delicado sabor a fresa--.


--------------------------------------------------------------------------------------

Cuanto más dudo, más acierto,
que desconcierto. 

-------------------------------------------------------