LO HE LEIDO, LO HE SOÑADO, LO HE VIVIDO..., YA NO LO RECUERDO, QUE MÁS DA.

domingo, 16 de octubre de 2011

Se van apagando poco a poco las luces de la noche

                                       
Se van apagando poco a poco las luces de la noche y empieza a clarear.
La vespertina niebla va dejando entrever colores nuevos y vivos.
La tierra y el cielo me parece verlos por primera vez.
La vida que observo desde mi apagado mundo, brilla con luz propia.
Todo parece mágicamente maravilloso.
No sabía que las cosas estaban tan llenas de vida.
No podía creer que este mundo fuera tan vivamente bello.
Todo esto  lo siento, lo veo, desde mis ojos sin cuerpo.
Desde mi muerte observo el eterno amanecer.
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Quisiera quitarme del corazón el egoísmo,
a uñaradas calladas y profundas,
para así poder amarte amor, en carne viva.
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La Naturaleza es como un potro salvaje;
el hombre intenta llevas las bridas.
Algunos montan en su grupa.
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Hijo mío, me conformo con dar sobre ti, la primera labra, profunda y basta;
después que te afine el tiempo y la vida.
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Mientras los ricos se lo pasen bien, los pobres tendrán trabajo.
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Le sacaré la grandeza a la montaña
y me haré tan ligero como el viento,
haré mío el candor de la flor,
me meteré en la pupila de un niño,
le robaré las alas al azor.
Sentiré la pena del mundo que padece
y serán mis manos ayuda del caído,
el sufrimiento me curtirá el miedo y la impaciencia
y poco a poco aprenderé a ser eterno.
Beberé el rocío a la mañana,
corriendo por el agua del  arroyo,
me haré río y mar,
seré nublo y niebla
y lloveré sobre la tierra.
Y con todo el amor que Dios quiera que tenga,
me haré suyo.
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Nada me atará.
Ni el dinero ni el poder.
No seré esclavo de mi piel.
Ni el miedo ni el dolor
harán que mi espíritu no vuele.
No me atará el orgullo;
ni quedaré preso del futuro.
 El egoísmo no acabará conmigo.
Y cuando mi alma no dependa de nada,
seré libre.

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