Cada creyente, se fabrica un Dios

 

Cada creyente, se fabrica un Dios,

a su imagen y semejanza.

 

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Busqué a Dios y encontré:

Unión, igualdad, diversidad, libertad y amor.

 

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Si la máxima felicidad estaría en sentirse unido al todo,

pudiera ser que en la muerte se produzca, esa explosiva expansión

de gloriosa felicidad.

 

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La única que vencerá al poder destructivo y criminal, será y es:

la diosa “Conciencia”

 

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A veces, gateando a través de estrechas aunque esperanzadoras galerías, prometedoras de alguna luz, me creo que puedo encontrar, salidas, hacia una nueva forma de vivir.

 

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La esperanza, no tiene prisa.

 

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Hay sonrisas que tan solo son usadas

para enseñar los dientes.

 

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Vivo al filo de un sueño

que casi siempre se me convierte en pesadilla.

 

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 A VISTA DE ÁRBOL

Aquella mañana el día se levantó un poco antes de salir el sol, la lenta quietud del viento apenas movía las balanceantes hojas de un hermoso chopo que a fuerza de tormentas pudo engordar y crecer al borde de la gran avenida.
«Parece que refresca», alguien comentó, mientras que desde los adentros del viejo álamo, una profunda e insonora voz, se dijo: «Si, parece que refresca, que alivio para mi reseca piel que ya está bastante arrugada. 

¡Mira, que alegría! Que mi ángel regador, hoy ha madrugado y se me acerca para aliviarme con esa depurada agua, que a pesar de su olor, tanto necesito. 

Y es que, a quien se le ocurre sembrar un chopo, aquí, a la orilla del asfalto, tan lejos de cualquier constante humedal. 

¡Qué delicia de vital licor! ¡No te pares! Sigue llenando mi agrietado suelo, que al parecer a la lluvia se le olvidó que aquí también hay árboles que la llaman. 

No sé quién será el encargado de las lluvias en este mundo, que a veces parece tan injusto en el reparto de sus gratuitos bienes; a no ser que su noble bondad esté siempre a merced de bastantes saqueadores.
¡Gracias amigo! Por tu salvadora dosis de vida que mi sediento ser tanto necesitaba. 

Ahora me encuentro mucho mejor y puedo sentir con más ánimo la vida que me rodea; la maravillosa algarabía que ahora empieza a pasar junto a mí y que vuela y se posa sobre mis ramas. 

Como me alegra sentir el paso presuroso de los rezagados niños un poco arrastrados por sus preocupadas madres que les repiten insistentemente, que llegan tarde, o aquel viejo madrugador que a pesar de sus tres apoyos no puede remediar su balanceante cojera. 

¡No, chucho! no levantes tu patita sobre mi tronco que para eso están las farolas, menos mal que han tirado de él. 

¡Gracias señora! Porque seguro, a través de su cariñoso abrazo podremos compartir nuestras energías. 

Qué bonito bulle todo a mi alrededor, y yo, que aparentemente estoy quieto, soy un móvil receptor de todo lo que me siento pasar: la luz siempre cambiante al paso del tiempo, los seres que junto a mí deambulan, las aves que me sobrevuelan y se posan sobre mí, el viento que me acaricia, y sobre todo la lluvia; esa dulce madre indispensable de la vida, femenina diosa siempre dependiente de mundanos agentes que habitualmente condicionan su divina bondad. Me imagino que si fuera por ella, llovería por parejo. 

En este otoño de mi vida siempre espero que la húmeda vitalidad, me ayude a seguir viviendo porque para mí, vivir es una gran experiencia, en la que puedo sentir y comunicarme con todo lo que me rodea.  

¡Qué placer! Poder hermanarme con la comunitaria vida de la que me siento parte. Que felicidad me da ofrecer mi sombra y mi cobijo a todo ser que lo necesite. Teniendo muy claro de que no debo de forzar mi ayuda a quien no me lo pida acercándose a mí. 

Aunque también desde lejos puedo compartir mi serena existencia con los que saben disfrutar de la abierta frondosidad, que aunque en mis mejores épocas fuera de color verde, ahora, en este otoño de mi vida, me estoy tornando en una creciente desnudez de hojas amarillas. 

Melancólica belleza que me hace sentirme conectado con disimuladas miradas que desde lejos me observan, como la de aquellos tristes ojos que no dejan de mirarme, al sentirse, empáticamente identificado, con el sentir que sabe que me siento.  

¡Sí, hermano! Estás en lo cierto, nuestras arrugas nos hacen mejor comprendernos, aunque seamos de distintas naturalezas. Porque seguramente todos seamos partes de un todo, en el que nos complementamos, aunque a veces parezca que nos contraponemos unos a otros. 

Ya que posiblemente seamos semejantes a las múltiples corrientes de un gran rio, que se cruzan, se arremolinan y se chocan entre sí, aunque todas contribuyen a que ese vivo río, siempre avance hacia adelante. 

Además, querido compañero observador, a lo mejor en el fondo todos seamos buenos y que al igual que yo, todos tengamos corteza, donde tan solo habite el cuestionado mal, y que esa capa exterior que nos fabricamos sea como un muro de aparente dureza que intente protegernos de nuestras debilidades interiores, porque en nuestros sensibles fondos, como te digo, posiblemente solo habite el bien. 

¡Perdona, amigo! Parece que te siento un poco nervioso, ¿Es que te sientes extraño comunicándote conmigo? Porque quizás pienses que no eres normal y que estás mal de la cabeza. Pues no te preocupes que hay muchos como tú, aunque les dé vergüenza decirlo, ya que en la silenciosa soledad de muchas mentes, habitan inconfesables pensamientos que sólo los de mi estirpe podemos oírselos.  

Además ten en cuenta que tú y yo en el fondo somos parecidos, por lo tanto nuestros sentimientos fluyen paralelos, sobre todo si te pones a mi altura y ves la vida a vista de árbol, con las ventajas de verlo todo desde arriba, con la paciente quietud de mi estático mirar.  

¡No lo dudes, compañero! Yo aquí donde me ves, no soy un ser aburrido que lamente no poder moverse, porque desde mi profunda observación puedo captar hasta la más mínima vibración de existencia y vida, que no solamente pase a mi lado sino además la que recibo a través de mensajes traídos por el viento, la lluvia, las aves y sobre todo la que percibo a través de personas como tú. Ten en cuenta que el aburrimiento tan sólo es patrimonio-enemigo de los seres que no tienen capacidad de sentir en silencio, cosa que a nosotros no nos ocurre.  

La verdad es que no sé si soy yo el que te hablo o eres tú el que me pone la voz que me oyes, de todas formas seguramente empatizamos tan profundamente que en este estado de relajada relación, nos hacemos uno. Por eso puedes recibir mi enseñanza con tan fluida facilidad.  

Ya sé mi aventajado alumno, que nuestras naturalezas son diferentes y que nuestros tiempos también lo son, por lo que tu vida necesita respuestas con más urgencia, por eso quizás sea que vislumbro en tí, unas marcadas huellas de tristeza, seguramente causada por las incomprendidas experiencias sufridas en tu vida y las incontables dudas que aún todavía hacen que en la deteriorada piel de tu cara, no asome esa sonrisa infantil que seguramente tienes enquistada en tu interior. 

Yo no tengo la plena sabiduría para solucionar todas tus dudas, sobretodo esa que tanto te preocupa y te duele. Pues ya sé que es muy difícil entender el porqué de la existencia de tanta violencia, egoísmo y maldad en este mundo, y si toda esta injusticia se acabará alguna vez. 

Lo siento amigo, para esa cuestión tan importante, solamente te puedo decir que como sabes la vida natural, tiene una evolución, lenta aunque seguramente en dirección hacia una creciente armonía entre sus especies, sin embargo, vosotros, los desnaturalizados humanos, parece que estáis empeñados en destruirlo todo a cambio tan solo de obtener riqueza y poder. 

Ya sé que no sois todos los que pensáis así, aunque muchos sois cómplices activos o pasivos de un sistema que amenaza con poner en peligro la vida en la tierra. 

Menos mal que a causa de la memoria heredada de mis lejanos antepasados, puedo decirte que a lo largo de la historia de la tierra, muchas especies se han creado y extinguido sin que la vida haya dejado de existir, por eso, seguramente puede ser que en vuestra estirpe humana pueda haber también creaciones y extinciones de subespecies que a este vivo planeta le convenga, ya que seguramente él tenga poder para elegir, y que ya haya nacimientos de generaciones superiores. De todas formas sería bueno que le echarais una mano. 

Así que yo te aconsejo que tú escojas tu dirección con conciencia, y que sin desesperarte demasiado, pongas de ti lo que puedas para que algún día no muy lejano, la bondad de los mansos llegue a poseer la tierra».

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 POR FALTA DE ADJETIVO

NO SÉ CÓMO NOMBRARLOS

Por falta de adjetivo
no sé cómo nombrarlos
a esos mentirosos,
de ilimitada avaricia
que odian la bondad
y mienten sin vergüenza
a pobres sin maldad,
tan fácil de engañar.
por falta de conciencia,

A esos integristas,
que dominan y maltratan
a pacíficas mujeres
que sólo saben amar
y no pueden defenderse,
porque son muy diferentes
en el instinto animal.

A esos hábiles necios,
de tan poca inteligencia,
aunque de lista estrategia
para dirigir jaurías
de corrupción y poder,
que promueven dictaduras
explotadoras de pueblos
engañados con banderas
y falsas ideologías,
que sólo son tapaderas.

A esos nacionalistas
que enaltecen tradiciones,
machismos y religiones;
patriotas conquistadores
de patrias ajenas,
que prefieren los desfiles
a las manifestaciones,
que predican sacrificios
y falsas liberaciones,
que buscan enfrentamientos
y niegan cooperaciones;
porque prefieren tener:
enemigos a quien vencer
que a liberados sectores.

A esos poderes enfrentados
fabricadores de guerras
que parecen diferentes,
y son la misma serpiente
aunque con varias cabezas
que entre ellas se pelan,
aunque siempre los sufrientes
de la muerte y la miseria,
son los mansos inocentes.

A esos humanusaurios
que no quieren extinguirse
sin llevarse a buena parte
de una humanidad tan ciega
que no sabe detectarlos,
a los mayores culpables
de las guerras y miserias
que padecen los humanos.

Porque son esos machistas,
nacionalistas, racistas,
egoístas, mentirosos,
primitivos e inhumanos.
que sólo quieren, poder,
a costa de que haya pobres
para poder explotarlos,
los que por falta de adjetivo
yo no sé cómo nombrarlos.

 

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