Producción, producción,
crecimiento, explotación.
Que el bruto del PIB
no pare de subir la rentabilidad de los inversores,
crecimiento, explotación.
Que el bruto del PIB
no pare de subir la rentabilidad de los inversores,
a costa de
la miserable ganancia de los esclavos que elevan
la pesada piedra capitalista,
por encima de sus sufridas posibilidades.
Crecer, crecer, en intereses
de los especuladores, y no en mejoras de la humanidad
la pesada piedra capitalista,
por encima de sus sufridas posibilidades.
Crecer, crecer, en intereses
de los especuladores, y no en mejoras de la humanidad
que extrae
riquezas de todos los recursos;
agrícolas,
industriales, energéticos, o minerales,
para poder medio comer.
"Que extraño que todos los que verdaderamente trabajan, sean pobres".
"Y que nadie me diga lo contrario, porque no lo voy a creer".
Que distinto seria que la mayor inversión estuviera encauzada
para poder medio comer.
"Que extraño que todos los que verdaderamente trabajan, sean pobres".
"Y que nadie me diga lo contrario, porque no lo voy a creer".
Que distinto seria que la mayor inversión estuviera encauzada
hacia el
ser humano, hacia su bienestar, hacia una igualdad sobre el derecho a ser
medianamente felices,
hacia una
humanidad, humanizada, con suficientes neuronas espejo
capaces de sentir empatía por las familias e hijos ajenos.
Una humanidad enfocada hacia sí misma que invierta todo su crecimiento en los valores que no sean patrimonio del poder capitalista,
sino de una feliz y justa convivencia.
capaces de sentir empatía por las familias e hijos ajenos.
Una humanidad enfocada hacia sí misma que invierta todo su crecimiento en los valores que no sean patrimonio del poder capitalista,
sino de una feliz y justa convivencia.
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“cultura con minúscula”.
“cultura
de las entrañas y los corazones”,
heredada
a través de epigenéticas sin titulo
que
enredan meticulosas combinaciones neuronales,
basadas
en la laboriosidad.
“cultura
del pueblo llano”,
no apta
para editoriales de papel,
trasmitida
a través de generaciones de controlada categoría,
por otra
Cultura de impostora nominación,
publicada,
acotada y recortada por los guardianes del verbo,
que usan
maliciosamente sus poderes para censurar todo conocimiento
que no
esté encasillado entre sus vanas y absurdas dictaduras,
que solo
quieren rebajar las estimas de los que se consideran ignorantes
por no
entender lo inentendible.
Digna
cultura con minúscula que yo enaltezco y señalo
en las
cotidianidades de la vida popular:
de las
madres que cuidan, administran y elaboran quehaceres de magistral sabiduría; así
como la infravalorada cultura de los agricultores que con tan primorosos
detalles, cuidan de sus sensibles cultivos, imprescindibles para el sustento
humano; como inolvidables son también los trabajadores de toda clase de
labores, con sus especializados oficios cuya habilidosa técnica
nunca
viene refleja en los libros.
Subrayo y
realzo el sentimiento de la sabiduría popular expuesta en la sinceridad y
cercanía entre vecinos y familias que se sienten obligados por su auténtica
moral, a ayudarse en los momentos difíciles, contrariamente al despego
existente detrás de los bastidores de la sofisticada elocuencia.
Cultura
con minúscula, a la que admiro y de la
que quiero aprender, de corazón, no asequible en este mundo ruidoso, para ser oída
por oídos distantes y atrofiados por la distracción constante, sino íntimamente
sentida en los pálpitos que siempre se captaran a través del abrazo.
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